Ayer mismo ya empezamos a rodar las primeras escenas, y lo cierto es que están quedando bastante bien. Los planos, la iluminación, e incluso el sonido es bastante aceptable, en parte debido a la gran calidad de la cámara.
De momento hemos grabado los primeros capítulos de las historias del policía y el mafioso, en casa de Carlos y en el puerto de San Gabriel, respectivamente. En lo que queda de semana esperamos rodar algunas escenas más, incluyendo una en el Bar Malibú, cerca de la calle Reyes Católicos, que han accedido a dejarnos rodar allí. ¡Todo un detalle!
Pero lo más duro está por venir: Dentro de dos días nos tocará levantarnos a las 6 de la madrugada para rodar una escena en la playa, en pleno amanecer. Es un fastidio importante, pero habrá merecido la pena.
Aquí tenéis algunas imágenes del rodaje en el puerto de San Gabriel:
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